A los 18 años en el tórrido estío porteño del año 1992 estaba yo en la fiesta de mi amiga Carolina con sus compañeras del Colegio Mallinck en Martínez. Por supuesto había llegado a la fiesta sólo, como era mi estilo por ese entonces, y apenas borracho (apenas = 1/2 tetrabrick de vino).
En la fiesta sólo conocía a mi amiga Carolina, a Fiti, quien no me daba bola y a Natalia, quien se reía con un hohoho muy Papa Noel.
Después de hablar con las chicas y que estas me dieran escasa bola, me senté en un sofá muy cómodo y comencé a tomar poco a poco un whisky Chivas que estaba al alcance de mi mano.
La noche se nubló tan rápido como llegó el sueño. Sólo me acuerdo de la voz de una chica que se llamaba Liliana. Tenía buena onda y su voz era dulce.
Cuando desperté al día siguiente; una vez que la fiesta había terminado -claro, mi amiga Carolina me preguntó si había pegado buena onda con su amiga Liliana y le dije que sí para salir del paso. Con la consiguiente respuesta de que le había dado mi teléfono a su amiga para que se enganchara conmigo en una salida a futuro.
A los pocos días (una semana tal vez), seguramente tan pocos como para que yo supuestamente me siguiese acordando de ella, sonó el teléfono una tarde en mi casa. Era una voz dulce y agradable: Era la voz de Liliana. Me invitó a salir ese mismo día sábado, a lo cual denegué ya que tenía planes para ir a ver boxeo a la Federación en Castrobarros y Rivadavia.
Gané tiempo e inmediatamente la llamé a mi amiga Carolina y le pregunté que tal estaba Liliana, a lo que mi amiga contestó con un clásico: “Es divina y tiene 17 años”. Para ese entonces, yo desconocía el significado de esa frase, luego supe que era un cliché.De todos modos, obviamente a esa pueril edad y sin compromisos, no iba a decir que no.
Pero como había aprendido a ser precavido, le pedí que me esperase en la puerta de la dirección que me había dado poniendo la excusa que yo no quería tocar el timbre en la casa. Con dudas porque ella no entendía bien la idea de esperar en la puerta, a regañadientes accedió a mi idea. “OK, le dije entonces te paso a buscar por Forest 1714, esperame en la puerta 4.30”- con voz caballerosa le dije.
Bajé del colectivo a un par de cuadras con la dirección en un papelito y comencé a buscar la dirección donde nos íbamos a encontrar. En la cuadra anterior me fijé que estaba del lado de la numeración par y miré para adelante. Percibí a una figura femenina sentada en la puerta de un edificio, que esperaba y miraba atentamente como si hubiese detectado mi presencia. El lugar donde estaba era cerca de la esquina, con lo cual desde la esquina anterior me paré para echar un vistazo. En ese momento el paisaje era dantesco: la chica que esperaba (y peor ya me estaba mirando) era una mezcla de lo que sería luego algo así como el dinosaurio Barney y Alf el extraterrestre, solo que su piel (la veía mientras iba cruzando la calle) tenia un tono un tanto verdoso.
Estaba muerto ya, no tenía opción de escape? Todo esto pasaba por mi mente mientras iba a su encuentro. Pero cuando llegué hasta ella, la miré y era realmente HORRIBLE, con un sutil, audaz y rápido movimiento pasé por al lado de ella haciéndome el distraído con la numeración seguí hasta la esquina doblé y salí corriendo, oía sus gritos de pandemónium al darse cuenta de que había huido a propósito. Obviamente en la siguiente esquina me tomé un taxi en la dirección contraria.
Así escapé del monstruo mitológico con voz de arrullo. Dicen que todavía debe andar suelto y se escuchan sus gritos de despecho algunas tardes con viento en el Barrio de Chacarita.
11 comentarios:
Ya te dije lo que pensaba, te odié un rato ... y no se por qué.
Un abrazo
Sí, esta es la anécdota que nos dejaste en un comment y te dijo que te odió.
Pero yo te odié mas cuando leí la que nos pasaste por mail y como yo soy un viejo puto, pero contento y no me gustó tu actitud, no la subí nada.
Si queres que la suba, vas a tener que pasar por el sector "entregando". No se, vos velo.
Si bien eso fue una huida con estilo, me pa q te ganaste la bronca de las màs de 60 chicas q nos leen diariamente.
PD El post q nunca fue es malìiiisimo!!!!!!
Coincido con la amiga Gimena.
Y no solo se ganaba el odio de minitas con ese texto, sino tambien el de niños y ancianos y niñas y marica como yo.
Nada,eso.
Igual, qué hombre hubiera hecho otra cosa diferente a la que hizo Guillotina?
Bom, hacete algun comentario tipo: "A LOS 5`ME ARREPENTÌ Y VOLVI XQ LO IMPORTANTE NO ES LA BELLEZA EXTERIOR Y BLA, BLA, BLA", Si no vas muerto.
Yo una vez tuve una cita a ciegas con una amiga y dos tipos...q la verdad...uno parecìa Alf y el otro Gonzalo Bonadeo (Padre) y sin embargo nos la re bancamos!!!!
Eso sì, a la horita y media huimos despavoridas llamando un taxi y diciendo q nos ibamos x tres meses de vacaciones, q no nos iban a poder llamar....
A mi me parece perfecto lo que hizo este pibe.
Que bueno que se pudiera tomar un taxi. Yo a los 18 apenas tenía para el bondi. Hubiera tenido que correr el 86 por Rivadavia... no da... por es chabón, si tenes toda la patota y encima estas fuerte,para que carajo te vas a quedar y charlar un hora con la mina y amablemente decirle que estas en otra con alguna excusa que no hiera su ego... para que?
Que se vaya a recontra cagar!
Me lastimaste tanto que tuve que invertir mucho dinero en un buen terapeuta.
Cuando me sentí mejor, me fui al gym y me operé por donde pude. Hoy estoy tan fuerte que hasta te puede deprimir verme y me casé con uno de la Aristocracia argentina y tengo apellido groso.
Pero te amo en silencio Guille. No te das una idea lo importante que sos para mi. Creo, algo así
bububuuuuuuuuuuuuu
este tipo es un guacho!
huyan chicas!
bien pibe.
Y Jai Guru? Estos son los palos?
Liliana: el que ríe último ríe mejor. Costó años de terapia y dinero, pero lo lograste.
Seguro que la pasás genial yendo al polo con tu marido paquistaní multimillonario, y vacacionando en Bora Bora.
Guillotina: fea la actitud.
Beso, abrazo
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