AYER PENSABA ESTO, HOY NO SE

Pienso en que debe haber un punto de inflexión a los 25 años. De a ratos también pienso que no, que es casualidad o que los cambios se dan por una suma de cosas, hechos, vivencias, experiencias (son sinónimos?) .
Uno repite bastante, por supuesto. Esa sensación de estar viviendo, pensando, sintiendo lo mismo que la ultima vez que estuvimos en esa clase de situación o relación amorosa, laboral, contractual (son todas contractuales?) Y a veces o muy seguido, resulta molesto saberse en la misma de siempre. Pero llega un día (en el que ubico este punto de inflexión de los 25), en que lo ves de otra manera. Te empezas a avivar que todo pasa, que fluye, que se encausa. No es mágico, no es divino. Lo haces, lo actúas, accionas ergo, se encausa. Ahí solo te quedan dos o tres cosas en la lista de “lo grave”. Y hasta las tristezas te permitís, porque te bancas que son parte. (esto probablemente sea un ataque de optimismo, pero me lo creo, así que está bárbaro). Te aburrís del papel de personaje almodovariano que está al borde de un ataque de nervios y disfrutas un toque más, pero de verdad, porque te mirás, te pensas y estás contento con las notas que te pusiste, con tu 6 en la profesión, con tu 8 en facultad, con tu aplazo en la guita o en el amor o con la tecnología (no son mis números). Empezas a dejar de buscarle la vuelta, a sentir mas y a pensar menos (aunque seas estudiante de Psicología, te lo juro). Una cagada que te mandas te aleja de algo que pudo haber sido lindo, pero te amiga con la incertidumbre, y eso está bueno (por ahí es mas de una cagada pero en esto, 1 sí es mi número).
Investigo.
Consulté esto del punto de inflexión con varias personas mayores de 30 años (del mismo nivel sociocultural, con domicilio en Capital o en el Conurbano bonaerense) y coincidían conmigo. Pero puede que la memoria les falle, que en realidad su punto de inflexión haya sido a los 23 o a los 28, pero si creen que fue a los 25, vale. También Celebro las excepciones que tengo el agrado de conocer.
Pienso además en los puntos de conjunción y en esto también mucha gente estuvo de acuerdo (en realidad fue solo Andrea, pero vale). En esos puntos, convergen hombres por un lado y mujeres por el otro. O mejor, podemos poner en un conjunto a los hombres + las mujeres histéricas que nunca se analizaron y en otro conjunto, a las mujeres que entendieron algo de la feminidad (en esto “algo” es mucho decir).
Por ejemplo, uno puede hablar con unos cuantos hombres, pero si llega un punto en la conversación en que parece que habla siempre con el mismo, debe tratarse entonces de que en algunas “cosas” todos tienen las mismas respuestas porque piensan igual. Hacen conjunto en eso. Supongo que lo mismo pasa con las mujeres. Entonces no es que uno quiera querer toparse con alguien perfecto, uno solo quiere querer escuchar y/o ver alguna diferencia. Algo distinto de uno, distinto para uno.
Hay algo para lo que vamos a ser nenitos toda la vida. No existe el amor ni el desamor adulto, maduro, racional. Agua y ajo. A aguantarlo y a joderse.